Descubre los 6 síntomas que indican problemas en la Caja de Cambios Automática de tu BMW o MINI

La caja de cambios automática lamentablemente, es un elemento mecánico complejo, con un mantenimiento específico y la posibilidad de averías costosas – que en muchos casos exigen desmontar o reconstruir la caja de cambios. 

Estos son los seis síntomas más comunes de problemas en tu caja de cambios automática.

1. Vibraciones al acelerar o al ralentí

En este caso, las vibraciones de nuestro BMW o MINI serían especialmente perceptibles al acelerar con una carga baja o media de acelerador. 

Es conveniente fijarnos en el cuentavueltas, y ver si oscila. 

Estas «vacilaciones» también pueden venir ocasionadas por elementos del motor como una EGR sucia o inyectores en mal estado, por lo que es importante aislar los síntomas del resto de posibles averías. 

En el caso del cambio, esto indicaría un problema en el tambor donde se alojan los discos de embrague o en el propio eje de entrada de la transmisión. 

Estas vibraciones o tirones pueden ir asociados a una dificultad para cambiar de marcha.

No son buenas noticias…

2. Nuestro BMW o MINI no cambia de marcha, o tarda mucho en hacerlo

Es uno de los síntomas más elusivos de una avería en la caja de cambios automática. 

El fallo puede ser causado por la electrónica, o puede ser causa de un líquido ATF degradado, a un nivel incorrecto, o que ha perdido propiedades a causa del tiempo y la falta de mantenimiento. 

La consecuencia es una presión inadecuada en el convertidor de par, por defecto o por exceso. 

La falta o exceso de presión hidráulica impedirá que los discos de embrague hagan su función correctamente y el cambio tendrá un comportamiento errático.

Es vital mantener el nivel de fluido ATF vigilado, y cambiarlo cuando toca.

3. Golpes al cambiar de marcha

Este problema suele presentarse en caliente, y también al pasar de D a punto muerto o a marcha atrás. 

El golpe suele venir causado por un problema en el cuerpo de válvulas de la caja de cambios automática.

El fallo de estas electroválvulas puede verse reflejado en un testigo de fallo si el coche es lo suficientemente moderno. 

Las válvulas están integradas en la mecatrónica de la caja de cambios – están controladas por la electrónica, pero son componentes mecánicos – y solucionar la avería requeriría habitualmente de la ayuda de un profesional.

4. No se mueve, ni adelante ni atrás

Si nuestro BMW o MINI no responde a nuestros inputs y es incapaz de moverse en ninguna dirección, lo más plausible es que tengamos un fallo en la bomba de aceite de la propia caja de cambios

Al no tener presión de aceite, el convertidor de par no podrá transmitir la fuerza del motor a los embragues de la caja de cambios, y no podremos literalmente movernos. 

También puede estar causada por un fallo catastrófico de la caja de cambios, pero los síntomas previos a ese fallo hubieran sido perceptibles durante miles de kilómetros – no sería un fallo repentino y súbito.

Otra causa posible puede ser una avería en el varillaje de la palanca.

5. El cambio "resbala" al cambiar de marcha

Es uno de los síntomas de averías más comunes en un cambio automático. Si notas que hay un resbalamiento excesivo a la hora de cambiar de marcha, el problema indica claramente un desgaste en los embragues del cambio automático

Es una avería peligrosa – igual que lo es en un coche manual – ya que podemos quedarnos sin respuesta del coche cuando más la necesitamos. 

Es una avería que irá a más y terminará por hacer la conducción prácticamente imposible.

Una avería similar es de esperar si el coche tarda mucho en engranar D o R.

6. Huele a quemado

¡Houston, tenemos un problema!

Un olor a quemado en el coche nunca son buenas noticias. Si el olor proviene del cambio, lo más posible es que tengamos un aceite del cambio sobrecalentado

El fluido ATF se degrada con las temperaturas elevadas y pierde propiedades lubricantes.

El resultado lo puedes imaginar: desgaste acelerado a causa del exceso de fricción, restos de metal en el interior de la caja de cambios, y todos los problemas que ello acarrea. 

Corre al taller a solucionar el problema, y conduce lo menos posible tu coche si detectas el problema.

Una alta temperatura puede ser problema del sistema de refrigeración del cambio, o de un nivel insuficiente de ATF.

¿Cuál es la solución a la avería del cambio automático?

En algunos casos, un reemplazo del fluido del cambio automático podría solucionar el problema, y debería ser lo primero que se haga antes de adentrarse en aguas más pantanosas. 

Si el problema persiste, no quedará más remedio que desmontar el cambio del coche para enviarlo a un especialista en cambios automáticos. 

Podemos estar ante un problema de desgaste en la piñonería, o podemos estar hablando de un desgaste generalizado que motive la necesidad de reconstruir la caja de cambios. 

Una reconstrucción no debería ser necesaria antes de 250.000 km de uso convencional del coche, y en muchos coches puede que nunca llegue a ser necesaria.

La avería de un cambio automático suele ser costosa, y suele requerir de un especialista en transmisiones, evítala con un buen mantenimiento cada 80.000Kms.

No obstante, es una operación cara con una factura que se adentrará en las cuatro cifras. De ahí que sea muy importante cambiar el fluido del cambio (y su correspondiente filtro) cuando el manual del coche lo especifica – o adelantar su mantenimiento – y seguir las recomendaciones de uso del fabricante.